“Es dentro de nosotros mismos que debemos buscar nuestro programa de acción. El modificar nuestro actual modo de producir, de consumir, de comprar y vender no puede convenir a las naciones industriales que, al mismo tiempo que nos tienen como mercado, tratan de independizarse de nuestros productos. Debemos cesar de mendigar nuestro progreso al extranjero puesto que no han de mover ni un dedo para auxiliarnos a desarrollar nuestra minería y sus industrias derivadas, ya que eso va contra su interés…”
Vicat
“Que la guerra es un fenómeno social inevitable (…) las naciones llamadas pacíficas, como es eminentemente la nuestra, si quiera la paz, deben preparase para la guerra.”
Perón
A finales de la segunda mitad del siglo XIX y principios del XX en la República Argentina nace en la esfera castrense de oficiales una generación de profesionales preocupados por la dependencia de la Nación en todos los ámbitos que les concierne como brazo armado del país. Gran Bretaña y Europa, no solo son los mercados dilectos de la economía agroexportadora[1], este circuito genera una doble dependencia hacia el interior; por un lado, como contracara de la venta de productos primarios, ingresan al país productos terminados (las fuerzas armadas argentinas utilizan, dependen, del material extranjero para equipar sus cuadros, sostener su funcionamiento y formarlas académicamente), esta forma de pago, impide el desarrollo de la industria nacional pesada y liviana, enlazándola marginalmente a la industria de alimentos para el mercado interno.
Es esta dependencia estructural la que comienza, como señalamos anteriormente, a inquietar a un sector de cuadros profesionales de las FF.AA. el cual pasa a la acción concreta para pensar y llevar a cabo una solución propia desde “acá”. Tanto que cuanto dependencia es indefensión. Indefensión ante cualquier escenario bélico, defensivo como ofensivo.
El presente trabajo tiene como fin analizar someramente la relación entre dos escritos de militares representantes de esta gestación de pensamiento. El primero es Defensa Nacional Industrial: Bastarnos a Nosotros Mismos de 1925, del coronel Luís Ernesto Vicat. El segundo, Significado de la Defensa Nacional desde el Punto de Vista Militar, expuesto y escrito por otro oficial argentino, pero en 1944, el entonces coronel Juan Domingo Perón. Ambos expresan, en dos momentos del país, las inquietudes de la que llamaremos generación de “intelectuales militares”[2].
Este término, en palabras de Mario Casalla, es “una corriente que soñaba con un país distinto al agrícola-ganadero al que, en los aspectos específicos de una política de defensa nacional, le descubriría el talón de Aquiles de sus notorias vulnerabilidades”. Juan Godoy la describe formada por heterogeneidad de edades, oficiales jóvenes y otros maduros, pero “todos representan una corriente nacional que piensa en forma realista la política, pregonan el industrialismo en materia económica, y afirman la autonomía cultural.”[3] Reconocen la dependencia, proponen acciones para desarmarla y en la mayoría de los casos pasan a la acción concreta.
Luís Vicat forma parte de esta línea de pensamiento. En el Colegio Militar se especializa en el arma de artillería, de la que más tarde será nombrado Comandante. Viaja a Europa para seleccionar la adquisición de armamento, escribe en la Revista Militar varios artículos, llega al grado de coronel y fallece joven, a los 58 años en 1940. Hacia 1925 pronuncia una conferencia en el Círculo Militar[4] con el título Defensa Nacional Industrial: Bastarnos a Nosotros Mismos.
Casi 20 años después, otro coronel del ejército argentino, Juan Domingo Perón, en una conferencia en la Universidad Nacional de la Plata allá por 1944, como Ministro de Guerra, inaugura la Cátedra de Defensa Nacional.
Ambos oficiales han inspirado sus escritos en por lo menos un autor en común, la del militar prusiano Colmar von der Goltz. Goltz escribe en 1883 La Nación en Armas. Este documento se revelará como un hilo conductor entre ambos autores criollos, si bien no es el propósito de este trabajo conectarlos, sí es pertinente manifestar la influencia del estratega alemán en ambos.
En 1925, Vicat efectúa una conferencia ante sus pares en el Círculo Militar, allí no solamente expresará su preocupación por la indefensión que el país muestra ante un ataque extranjero, sino de la facilidad, y el poco tiempo en que se debería rendir y negociar la Nación. En esta primera semblanza, aparece una línea de entendimiento entre Vicat y Perón; para el primero la guerra y la defensa nacional
“bien entendida no debe considerarse únicamente como un asunto de preparación, y entrenamiento de tropas, sino que se subdivide en una gran cantidad de ramas, todas de gran importancia. Además de sus ramas armadas -marina, terrestre y aérea- la defensa nacional tiene fases como la económica, la industrial, la de transportes y aún la fase de la educación patriótica y social que no debemos descuidar desde el tiempo de paz para no tener que lamentarnos”[5]
La guerra y la defensa se preparan en tiempo de paz. La guerra y la defensa incumben a todas las fuerzas de las que dispone una nación. Estos dos conceptos están presentes en el discurso de 1944 del Coronel Perón. Las FF.AA. son solo un instrumento más para ganar una guerra. Indispensable sí, pero no exclusivo.
Perón sostiene un aforismo proveniente del latín “Si vis pacem, para bellum”[6], si quieres la paz prepárate para la guerra. En tiempos de paz las naciones deben estar listas, desde la industria hasta la educación patriótica como sostiene Vicat, para lo que será en el pensamiento de Perón, algo inevitable en cualquier país moderno: la guerra.
Este estado de preparación permitirá tener mayor éxito. Cuando ocurra lo inevitable, el país estará listo y no solo las FF.AA. estarán prestas y dispuestas, sino que toda la Nación. Perón tomo esta idea del mariscal von der Goltz, “Nación en armas o guerra total”.
Volviendo a la conferencia de Vicat, se propone como punto central mostrar la debilidad en el desarrollo la industria nacional y la total dependencia del país de una sola fuente de riquezas para generar divisa: la ganadería y la agricultura, las cuales “no podemos desarrollarlos sin el auxilio de los elementos importados”[7] Para Vicat, el modelo agroexportador es un modelo de dependencia, todas las esferas de la vida nacional dependen de las importaciónes
“Para establecer cualquier industria (…) necesitamos comprar en el extranjero la maquinaria, los combustibles, los lubricantes, las piezas de repuesto (…) Para explotar nuestras minas, navegar nuestros ríos, construir nuestros puertos, puentes, caminos, telégrafos, teléfonos, y ferrocarriles, nuestros aeroplanos, automóviles y, mil cosas más necesitamos recurrir al extranjero. Para nuestros empréstitos, para imprimir o acuñar nuestra moneda (…) recurrimos constantemente a la importación de hombres, de ideas, de rutinas, o de materiales extranjeros”[8]
Lo material se hace presente e importante, pero las ideas, esas ideas que no se ajustan a la realidad de la Nación, esas ideas que sumergen a los criollos en sistemas que se transforman en rutinas, modas que nos son ajenas. Vicat se permite manifestar ambas dependencias, la material y la intelectual. Profundizando en la primera, “nuestro actual movimiento industrial es poderoso, extenso y útil, pero no es nacional, ya que sigue dependiendo del extranjero”[9]
Si bien Vicat manifiesta que la industrialización es necesaria para un autoabastecimiento y romper los lazos dependientes con el extranjero, el Coronel Perón, en su discurso de 1944 sostiene que la defensa nacional se articula en varias instancias y la industria es una de ellas; sin embargo, ambos oficiales, con 19 años de diferencia en sus alocuciones, concuerdan en que lo nodal es el problema industrial. En palabras de Perón “referido el problema industrial al caso de nuestro país, podemos expresar que él constituye el punto crítico de nuestra defensa nacional”[10] Ambos concuerdan en que el problema industrial tiene raíces estructurales: la ganadería y la agricultura como únicas generadoras de riqueza y desarrollo.
El Coronel Perón propone como solución la formación de una poderosa industria nacional, también Vicat. Perón va un poco más allá, no cualquier industrialización, sino la industria pesada. Con puentes en la formación de profesionales y la explotación de recursos naturales propios.
A modo de cierre, uno y otro, como exponentes de una corriente de pensamiento de las FF.AA., el de los “intelectuales militares” exponen la necesidad de romper la dependencia de la estructura económica argentina, mediante la industrialización pesada, con el fin de crear una red nacional defensiva y ofensiva que involucre a toda la nación, tanto en tiempo de paz como en tiempo de guerra.
[1] Un análisis pormenorizado realiza el escritor argentino Raúl Scalabrini Ortiz en Política Británica en el Río de la Plata. En este escrito Scalabrini denuncia con datos concretos y documentación, además de prosa, la red construida por Gran Bretaña a lo largo del siglo XIX y el XX para controlar la economía argentina, su crédito, producción. En fin, su dependencia.
[2] Sin agotar la lista de nombres, solo como ejemplos, entre ellos encontramos a hombres como Manuel Savio (1892-1948), Alonso Baldrich (1870-1956), Ignacio San Martín (1904-1966), Enrique Mosconi (1877-1940), Juan Pistarini (1882-1956), Luís Vicat (1882-1940). Juan Domingo Perón (1895- 1974) es parte de esta generación.
[3] GODOY, Juan. Nación, Fuerzas Armadas y Dependencia. La defensa nacional y la emergencia de una conciencia industrial en la Revista Militar desde la creación de YPF (1922) AL 17 de octubre de 1945. Buenos Aires, Punto de Encuentro, 2021.
[4] El fragmento de la conferencia puede hallarse en La Miseria de un País Rico, conferencia leída en Salta por el gobernador de Jujuy en 1926. En Miseria_de_un_pais_rico_de_Benjamín_Villafañe.pdf
[5] VICAT, Luís Ernesto. Defensa Nacional Industrial: bastarnos a nosotros mismos Fragmento de la conferencia leída en el Círculo Militar de Buenos Aires el 17 de julio de 1925, según transcripción de VILLAFAÑE CHAVES, Benjamín en Miseria de un País Rico, pp. 106-141. Transformado en texto electrónico por Carlos E. Solivéres, Bariloche, enero de 2011.
[6] PERÓN, Juan Domingo. Conferencia pronunciada el 10 de junio de 1944 por el Coronel Juan Perón en la inauguración de la Cátedra de Defensa Nacional de la Universidad Nacional de la Plata.
[7] VICAT, Luís Ernesto. Op. Cit.
[8] Ibídem.
[9] Ibídem.
[10] PERÓN, Juan Domingo. Op. Cit.
Bibliografía
- GODOY, Juan. Nación Fuerzas Armadas y Dependencia. La defensa nacional y la emergencia de una conciencia industrial en la Revista Militar desde la creación de YPF (1922) al 17 de octubre de 1945. Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Punto de Encuentro. 2021.
- GODOY, Juan. Luís Ernesto Vicat. La dependencia y la defensa nacional. Las ideas precursoras de la Revolución Nacional.
- SCALABRINI ORTIZ, Raúl.Política Británica en el Río de la Plata. Buenos Aires, Plus Ultra, 1971.
Discursos/Conferencias
- PERÓN, Juan Domingo. Conferencia pronunciada el 10 de junio de 1944 por el Coronel Juan Perón en la inauguración de la Cátedra de Defensa Nacional de la Universidad Nacional de la Plata.
- VICAT, Luís Ernesto. Fragmento de la conferencia leída en el Círculo Militar de Buenos Aires el 17 de julio de 1925, según transcripción de VILLAFAÑE CHAVES, Benjamín en Miseria de un País Rico, pp. 106-141. Transformado en texto electrónico por Carlos E. Solivéres, Bariloche, enero de 2011