Las Fuerzas Armadas al servicio de la Patria

César Miralia

“… adoctrinar patrióticamente, como él, tienen el honor insigne d integrar los cuadros de la Aeronáutica, la Marina y el Ejército

Franklin Lucero

Es sabida la historia de Juan Domingo Perón, como docente en el colegio militar, pero su labor docente no se limitó al dictado de clases o a la inversión en educación, en todos los niveles incluyendo desde 1949 al sistema universitario argentino.

Otro hito en la vida política de Juan Domingo Perón es su reconocido discurso en la inauguración de la cátedra de Defensa Nacional en la Universidad Nacional de La Plata

En el siguiente artículo abordaremos de manera descriptiva algunos fragmentos de los discursos de juan domingo perón dirigidos a las Fuerzas Armadas y al ejército en particular.

Buscaremos encontrar el vínculo que le asignaba el presidente de la Nación a la tarea de las fuerzas armadas y al desarrollo de un modelo de país, limitando el contexto de trabajo al período comprendido entre 1946 y 1951.

Para realizar el análisis tratamos tres ejes en sus mensajes: el respeto por la institucionalidad democrática, la integración latinoamericana y la defensa de la independencia económica, como elemento indispensable para lograr la justicia social.

Estos tres ejes invitan a una lectura poco difundida del presidente de la Nación, es además una invitación a releer, pensar y analizar el papel de las Fuerzas Armadas, y su función, su acción y su horizonte.

En cuanto a su visión integracionista latinoamericana la evidencia cuando expresa “Somos decididos partidarios de una aproximación espiritual de los pueblos de América y la recíproca colaboración en el campo económico … Creemos firmemente que la libertad de América está íntimamente ligada con la nuestra …” (Perón, 1951 pág 23)

Pero lo hace más puntual aún cuando refiere a la República del Paraguay “Invocamos a la Divina Providencia, para que se digne a alcanzar con su divina protección al pueblo paraguayo … para que no caigan más en su tierra sangre más americanos víctimas del encono ideológico y … sellar la paz … para que el Paraguay … continúe la ruta ascendente al progreso.” (Perón, 1951 pág 25).

Las críticas ante un posicionamiento que fomentara la integración también estuvieron presentes, y tenían razón esos sectores de temer a la integración americana, porque temían por perder sus privilegios, políticos sociales y económicos, pero esta oposición no freno el impulso integracionista “Nuestra solidaridad no es verbalista ni académica ni retórica … Nuestra solidad es práctica, franca y decidida … Mis opositores los mismos que antes vendieron sus conciencias a los opresores políticos y económicos de la Nación, proclaman que nuestra política internacional esta manchada por la sombra del sometimiento, porque hemos sancionado y firmado el Pacto Americano” (Perón 1951, pág. 99) se hace aquí referencia al conocido acuerdo firmado entre Argentina, Brasil y Chile, conocido como Pacto ABC.

En el refuerzo del ideal sanmartiniano “Sé que cuando he aconsejado a los oficiales argentinos será también útil a los camaradas latinoamericanos que egresan de nuestros institutos militares, ligados desde ahora a nuestros recuerdos y nuestro corazón” (Perón, 1951, pág. 116) a pesar de las idas y vueltas en nuestra vida política esa tradición de formar camaradas latinoamericanos, para la defensa de sus patrias y de la Latinoamérica toda continuó, por ejemplo en  la orden del cuerpo N° 41/61 de la Escuela de Mecánica de la Armada uno de los escoltas era nacido en Perú.

Pero el siglo xx fue escenario de constantes interrupciones de la vida institucional de nuestro país, teniendo como protagonista principal a las fuerzas armadas como ejecutoras de distintos golpes de Estado, abonados por un sector económico, (local y cipayo y también el elemento extranjero imperialista) que hacen a la pata cívica de las dictaduras, exceptuando la Revolución de 1943, por su carácter nacional y en defensa de los intereses de la patria. Veamos cuán lejos estaba el mensaje del presidente de la Nación en tanto el rol de las fuerzas armadas en la vida política de nuestro país: “No ha de haber  distingo entre militares y civiles en el cultivo de estos sentimientos” (Perón, 1951, pág. 17) haciendo referencia al amor a la Patria que debemos profesar el conjunto de la sociedad, sin distinción de sector social al que se pertenezca o actividad que desarrolle.

El gobierno está supeditado al mandato que ha recibido del pueblo … Ninguna consideración personal puede detener la marcha revolucionaria, encaminada primordialmente a restaurar la pureza de las instituciones proclamadas en la Carta fundamenta… (Perón, 1951, pág. 19) acá es un aclara alusión a la Revolución de Junio de 1943, y a los cambios que esta instauró en provecho del pueblo argentino, en el orden político y económico, pero también en consagrar y defender la Constitución Nacional que lo expresa en los artículos 37, 38, 39 y 40.

Es para Perón el pueblo trabajador, como expresión del ser argentino quien tiene la autoridad para elegir a sus representantes y debe ser en unión de la sociedad toda y “Esa unión con el pueblo debe ser a base de un profundo cariño, que debe existir entre las fuerzas armadas y el pueblo, o sea sus reservas” (Perón, 1951, pág. 105)

Propendiendo a la neutralidad política de las fuerzas, consolidando el sistema democrático, como cuando expresa “desterrar la desgraciada necesidad de que las Fuerzas Armadas … Ello hemos de alcanzarlo por el camino de la justicia y la legalidad … en la observancia de la más absoluta neutralidad” (Perón, 1951, pág. 38-39) queda claro que es el pueblo el responsable del destino político de la Patria y que son las Fuerzas Armadas las garantes de que ello suceda en marco de legalidad y absoluto ejercicio de derecho, bajo un posicionamiento que  solo  aspire a asegurar al pueblo su libertad de elegir.

Es imposible en la visión y análisis del presidente de la Nación la disociación entre las fuerzas y el pueblo, y para ello es necesaria que exista comunicación “Bien sabéis que la busco (refiriendo al diálogo con el pueblo) entre todos los elementos civiles que integran la Nación Argentina. De ahí mi afán constante de estar en comunicación permanente con el pueblo” (Perón, 1951, pág. 51) la autoridad del ejercicio del gobierno emana única y exclusivamente del pueblo, es imposible no estar en contacto permanente con él.

Es imprescindible el respeto por el marco legal, que emanan de la Constitución Nacional y los mecanismos que ella estable, así como cualquier ordenamiento que surge de la voluntad popular “… ni intervención alguna en la conducción de los asuntos del Estado, a espaldas de los mecanismos constitucionales” (Perón, 1951, pág. 43)

Dejamos para lo último, por ser un aspecto que muchas veces se desvincula a alas fuerzas de ellos y es el aspecto económico y social y el mensaje de fomento de una Patria para todos los argentinos también fue un eje de los mensajes o discursos que se presentaron a cadetes egresados u oficiales de las Fuerzas Armadas, responsables del resguardo de los intereses materiales de la Nación, sus recursos naturales y demás bienes que le deben ser propios. Por lo antes mencionado el presidente de la Nación decía: “Ahora sabemos que eso era solo una representación teatral, porque en las bambalinas sus mismos autores vendían los bienes de la Nación” (Perón, 1951, pág. 97) enjuicia y condena aquí a quienes traicionaron a la Patria haciéndola desangrarse, entregando sus bienes, apelando a una farsa de soberanía, como contra posición a esas épocas que transitó nuestra Patria reivindica los logros de la Constitución Nacional de 1949.

Pero en más de una ocasión se refirió a la importancia de las nacionalizaciones, así como también a la intervención del Estado en materia económica, ante la situación económica en la que encontró las cuentas públicas, las deudas, el oro bloqueado, créditos sin garantías, falta de pagos de salarios, entre algunas y para ello consideró necesaria la realización y puesta en marcha del primer Plan Quinquenal “Llamé a consultas a numerosos técnicos a quienes plantee la situación … debíamos: liquidar la deuda … comprar los ferrocarriles … los teléfonos … la marina mercante … nacionalizar seguros y reaseguros”. (Perón, 1951, pág. 78).

No fueron las mencionadas las únicas medidas de intervención estatal que el presidente explicaba a los miembros de las Fuerzas Armadas, destacó la importancia de Instituto Argentino de Promoción del Intercambio (IAPI) “El IAPI tuvo la virtud de oponer al comprador único también un vendedor único, y los precios subieron. Esto explica porque el IAPI enconadamente combatido desde el exterior y en el país” (Perón, 1951, pág. 81) Generalmente se asocia al IAPI como instrumento de recaudación, para el fisco, y no se lo reconocía, ni aún hoy algunos los hacen, como herramienta del Estado para desarrollar la producción, y cómo esto era posible, comprando 60000 camiones, que permitieron tener soberanía en el transporte de cereales por ejemplo, lo mismo ocurría con el desarrollo de la marina mercante, que permitió casi cuatriplicar el transporte de ultramar.

Estas políticas de intervención para la promoción de la industria y el empleo, no tenían otra finalidad que la de asegurar la independencia económica de la Nación, con la Flota Aérea del Estado, que atendía demandas nacionales e internacionales, el desarrollo de la explotación del carbón en Río Turbio, la creación de un plan de desarrollo siderúrgico, entre otros “debemos consolidar nuestra independencia económica como base fundamental de la economía social y de la independencia política” (Perón, 1951, pág. 45) esto dicho en alusión al dominio que habían tenido los trust y el capitalismo internacional que asechaban las riquezas nacionales.

Vemos en estos fragmentos de discursos del presidente Juan Domingo Perón la intención concreta de realizar y llevar adelante el concepto de “La Nación en Armas”, tomado de Van der Goltz, el preparar a las Fuerzas Armadas, no solo para un posible enfrentamiento o defensa bélica (ante agresiones externa, como fuera el sentido y origen de nuestras fuerzas patriotas, en 1806 y 1807 o durante las guerras de independencia), darles además un sentido Nacional, ponerlas al servicio de la Patria, como guardianas de las instituciones, garantes de la prosperidad de la Patria, como defensoras inclaudicables de los recursos que legítimamente a ella y al pueblo le pertenecen, y solidaria con las naciones de nuestra América, la que de no estar unida dificultaría sus logros de independencia, que sembraron San Martín y Bolivar que los inicios del siglo XIX y legaron esa responsabilidad a sus predecesores.

Así como el sueño de los libertadores del siglo XIX no estaba concluido el primer gobierno de Juan Domingo Perón vino a concretar esa obra, “… La República da … un envidiado espectáculo de paz social y de trabajo” (Perón, 1951, pág. 33)

Bibliografía:

Constitución de la Nación Argentina 1949, Ministerio de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos. Presidencia de la Nación. Bs As. 2009.

Escuela de Mecánica de la Armada, Orden de Cuerpo N° 41/61, Buenos Aires 28 de mayo de 1961.

Perón, Juan Domingo, Discursos del Excelentísimo Señor Presidente de la Nación General perón dirigidos a las Fuerzas Armadas 1946 – 1951, Ministerio de Ejército, Bs As. 1951.

Perón, Juan Domingo, Conferencia en la inauguración de la Cátedra de Defensa Nacional de la Universidad Nacional de La Plata, La Plata, 10 de junio de 1944.

Warren, Carlos A, Emancipación Económica Americana, tomo I, Argentina, Estadigraph, Bs As, 1948.

César Miralia
Ver más publiciones
Scroll al inicio