Reseña del libro de Mariana Pittaluga: “Chau Bauhaus. Ensayística decolonial para diseñar desde el Sur Global”. Editorial Wolkowicz
“Ha llegado el momento de recapacitar. Hasta ahora hemos hecho lo que convenía a los extraños. Hemos sido lo que otros querían. Empecemos a ser y a pensar de acuerdo a nuestras necesidades” Manuel Ugarte
“La construcción de una cultura y un arte nacionales no constituye para los latinoamericanos una mera apetencia contingente, sino un imperativo humano y político ineludible”. Ricardo Carpani
Decía el gran pensador nacional-latinoamericano Jorge Abelardo Ramos; al describir el proceso de balcanización que sufrió Nuestra América, como la llamaba el cubano José Martí (en contraposición a la América que no es nuestra), luego del proceso de emancipación del primer cuarto del Siglo XIX, donde nacen las “patrias chicas” dependientes de Europa, en nuestro caso específico de Gran Bretaña; que “Europa derramó sobre la América criolla todo género de artilugios y de especiosas razones, farmacopeas doctrinales y electrizantes sueños revolucionarios. Solo una cosa nació de la América misma que no se importó y que resultó la única verdadera. Es la idea de que sólo unidos seremos, y si no, no seremos. “O inventamos o erramos”, decía, hacia 1824, Simón Rodríguez el genial maestro de Bolívar”. Es esta máxima la que traza el potente ensayo que escribe Mariana Pittaluga (y en fragmentos, siendo consecuente con lo que se escribe, acompañada de Silvina Herrera y Federico Karrmann como ”co-autores”).
Asimismo iniciamos con esa frase de Ramos en tanto la autora nos propone desde el título decir: “CHAU BAUHAUS”, al mismo tiempo que hace un llamado a “diseñar desde el Sur Global”. Es decir, nos anima a romper con el “pensamiento eurocentrista” y construir desde un “pensamiento situado”. Se trata de la construcción de una matriz de pensamiento propio que busque y utilice categorías propias, entendiendo que a los problemas nacionales se los enfrenta también con un criterio también nacional. O bien, como decía Fermín Chávez, desde la construcción de una epistemología para la periferia.
También iniciamos con esa frase en tanto esas “patrias chicas” que nacen como países independientes en las formas (con su himno, escarapela, bandera, fiestas patrias, etc.), pero dependientes en la realidad. Nacen, como sostiene Don Arturo Jauretche, como semi-colonias. Este tipo de país se caracteriza, como decíamos, por su estructura económica dependiente, a la vez que por la construcción de una superestructura cultural de colonización pedagógica. Esta última se revela esencial para el funcionamiento del orden semi-colonial, ya que a diferencia de las colonias no existe un ejército invasor ocupando el territorio. Es decir, sufrimos una doble dependencia: económica y cultural.
Es por eso que la construcción de nuestra “conciencia” se ha dado más como copia y reflejo que como creación que se nutre de la tierra en que se habita. Esa colonización nos lleva justamente a la construcción de un “pensamiento colonial”, a pensarnos como ciudadanos, países o pensadores de segunda de los cuales no puede nacer un pensamiento propio. Es claro si uno no inventa lo que hace es copiar.
Este “orden de cosas” es el que critica profundamente Pittaluga en su trabajo. Consideramos que para abordarlo se necesita un lector desprejuiciado, que esté dispuesto a poner en “tela de juicio” quizás algunas de sus ideas, de sus “verdades”, poner en cuestión los cánones de su formación. Decimos esto porque el libro apunta a romper con esa matriz de pensamiento colonial que en gran medida fue la que hemos aprendido la mayoría en nuestra formación. Va en una dirección contra el “iluminismo” con su idea de razón “universal” cuando en realidad es una “razón europea” que lleva, como argumenta Fermín Chávez, al europometrismo, es decir que la medida de lo racional sea el “hombre europeo”, la “racionalidad europea”. No casualmente este pensador caracteriza al iluminismo (al igual que al liberalismo), como una ideología de la dependencia. Ese iluminismo que pretende hacer una “tabla rasa” con el pasado y que denosta toda cultura nacional. Aquí esa idea tuvo un dispositivo potente en la dicotomía sarmientina “Civilización o Barbarie”.
El enfoque epistemológico y geopolítico que propone Pittaluga entronca con el Pensamiento del Papa Francisco I (quien es retomado en el trabajo), en tanto observar la globalización no como una esfera donde se borran las características de las culturas e identidades, haciendo todo homogéneo sino entenderla en contraposición como un poliedro que si bien también es una imagen esférica, tiene caras, representa las diversas facetas. Las múltiples formas, las múltiples culturas de los países, de los pueblos. Esas caras forman parte de un todo superior pero sin perder su identidad.
Todo este marco epistemológico esbozado brevemente consideramos es el que enmarca y potencia el profundo trabajo de la autora. El libro está dispuesto en 9 capítulos y a modo jauretcheano de una “yapa”. Nos interesa comentar y destacar más específica y en forma sucinta algunos aspectos del escrito. Decimos en forma sucinta porque para las ideas del mismo qué mejor que sumergirse en su lectura.
En relación a esto último queremos resaltar la escritura amena y sencilla. Lejos del formalismo academicista, se nota (incluso la autora lo marca), que se aleja del acartonamiento de ese lenguaje que muchas veces se torna complejo con la única intención de lograr una “distinción”. Destacamos también que no resulta sencillo lo que hace la escritora: plantear en forma clara y comprensible cuestiones complejas sin perder profundidad.
Se destaca que el título del libro, no pretende negar la importancia o el aporte del Bauhaus al campo del diseño. No obstante, se lo caracteriza no como una “simple escuela”, sino como un dispositivo “eurocéntrico, racionalista y funcionalista que todavía hoy funciona como parámetro excluyente en universidades, manuales y prácticas profesionales”. Ese universalismo que niega otras realidades y otros pensamientos. Así, en la mejor tradición de la matriz de pensamiento nacional-latinoamericana Pittaluga resalta que no se trata de negar, sino de no tomarlo como un absoluto. A las ideas extranjeras (o nacidas en otras realidades, contextos o tiempos), no hay que adoptarlas sino adaptarlas. Transformarlas en función de nuestra realidad. Una idea, decía John William Cooke, no es nacional o extranjera por una cuestión geográfica, sino por su correspondencia con las necesidades nacionales.
En este sentido tampoco es un libro que solo cierre, critique y cancele, sino más bien la propuesta es, en contraposición, pensar en forma situada. Construir y diseñar desde Nuestro Sur. Elaborar una “epistemología del Sur”. Así, pensar desde el “Sur global” se remarca no es solo una cuestión geográfica, sino un proyecto político-epistemológico. El libro no solo afirma, sino que también formula gran cantidad de interrogantes como una forma de cuestionar/nos y hacernos reflexionar sobre nuestras “verdades” y pensamientos. Lo hace a lo largo del trabajo y específicamente en un apartado sobre la base de un poema de Bertolt Brecht.
En línea con lo planteado por Oscar Varsavsky en su libro “Ciencia, política y cientificismo”, la autora resalta que el sistema no alienta a crear cualquier tipo de diseño, sino los que van en cierto sentido y lógica del mercado. Así rescata para contraponerse a esa idea, la noción de justicia social. Nacida a fines del siglo XIX con la Encíclica Rerum Novarum de Leon XIII, fundando la denominada Doctrina Social de la Iglesia que tienen expresiones a lo largo de la historia hasta el día de hoy (las cuales son reseñadas en el texto). Desde esa categoría, en el contexto nacional fortalecida (y ligada a la independencia económica y la soberanía política) por el peronismo en la década del 40, Pittaluga piensa en un diseño “para el mundo real” enfocado en resolver problemáticas nacionales y sociales. Para lo que resulta indispensable el construir y diseñar no “para otros” sino “conjuntamente con otros” (se trata de co-diseñar). Se trata también de un diseño desde la periferia o bien descentrado.
El libro también piensa el impacto de la Inteligencia Artificial en forma crítica. Se pregunta, entre otras cosas, algo que debiéramos preguntarnos todos y reflexionar: ¿quién controla la iA?, ¿es neutra?, destacando que la mayoría de las iA se piensan desde el Norte con sus problemas, ideología, etc., advirtiendo el riesgo de nuevos tipos de colonización pero también instando a pensar la iA en clave de soberanía nacional.
Una “perlita” del libro que queremos destacar e invitar a su lectura y relectura (incluso, por qué no, a su impresión para las aulas o como afiches por ejemplo), es la re-escritura del decálogo para los pensadores nacionales de Osvaldo Guglielmino, transformándolo en un decálogo para los diseñadores de Suramérica. Otra perlita: la yapa, la construcción de un manifiesto que tiene una fuerza imponente del cual tomamos prestada alguna de sus frases para el título de estas palabras introductorias.
Saludamos la edición de tan valioso e importante libro que esperamos tenga un impacto en el campo del diseño. Para cerrar estas palabras a modo de prólogo, destacamos que el libro de Mariana Pittaluga nos convoca a romper con el pensamiento colonial, tan difundido por los instrumentos de colonización pedagógica, en tanto el individualismo, el sálvese quién pueda, el “primero yo, después yo, y después también yo”. Reconoce la necesidad de pensar conjuntamente con otros, lo asocia a dos categorías: el “Espíritu Ubuntu” y la Comunidad Organizada. Nos interesa particularmente esta última categoría de construcción filosófica, antropológica y política diseñada desde nuestras raíces por el peronismo. Reza el libro, retomando esa categoría planteada en 1949 en el I Congreso Internacional de Filosofía realizado en la ciudad de Mendoza, una idea que no podría ser más oportuna para retomar ya que resuena estruendosamente en el contexto nacional de 2025 como un grito en contraposición al intento de avance de esas ideas del liberalismo individualista que se contraponen a las tradiciones culturales de nuestro pueblo, que nadie se realiza si la comunidad a la cual pertenece tampoco se realiza.
